Desde que el pasado 1 de diciembre de 2017 fui nombrada presidenta del Partido Popular de Alcalá de Guadaíra, gracias al mayoritario apoyo de militantes en el Congreso Local, tuve muy claro mis prioridades: lo primero sería siempre mi ciudad, Alcalá de Guadaíra, a la que quiero con todas mis fuerzas y a la que siempre he defendido y defenderé por encima de cualquier otro interés, incluso del partidista.

Todas las semanas me reúno con vecinos, quienes me transmiten su preocupación por el estado de Alcalá. Un estado al que se ha llegado tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas, que nos han condenado al furgón de cola del más de centenar de municipios de la provincia de Sevilla en los principales parámetros de bienestar: empleo, educación, limpieza, seguridad y servicios sociales.

Estos casi cuarenta años de gobiernos monocolor en nuestra ciudad han contribuido, además, al deterioro sustancial y progresivo de los servicios públicos esenciales para los alcalareños, no sólo por el nada acertado orden de prioridades establecido por el Gobierno socialista para aplicarlos, sino también por la situación deficitaria de las arcas municipales, fruto del despilfarro y la falta absoluta de control en su gestión.

No quiero que Alcalá sea más que nadie, pero tampoco menos que el resto. Por ello, no me resigno a que mi pueblo esté paralizado. No me resigno a que mis vecinos estén sin trabajo. No me resigno a la evidente falta de limpieza y de seguridad en todos los barrios.

Quiero que la ciudad de Alcalá vuelva a latir con fuerza. Que recupere el ritmo. Quiero que todos los barrios tengan vida. Quiero una ciudad con más empleo. Con más seguridad. Más habitable. Que cuide de su patrimonio. Que cuide de los alcalareños. Que recupere nuestra historia y no la deje en el olvido.

Para ello, necesitamos un Partido Popular de Alcalá de Guadaíra fuerte y unido. Con gente comprometida con nuestra localidad, con sus asociaciones, con su cultura, con su patrimonio, con sus hermandades, con su tejido empresarial. Un PP dispuesto a trabajar, desde la humildad, para recuperar la ilusión de los alcalareños, para mejorar el presente y poner los pilares sobre los que se construirá la Alcalá del futuro. Un PP dialogante y que luche por devolver a nuestro Ayuntamiento la imagen de transparencia e igualdad que jamás debió perder, y que hoy en día provoca una gran desafección hacia la clase política local, en general.

Como presidenta del PP de Alcalá de Guadaíra, y en nombre de la Junta Local que encabezo, tenéis mi compromiso personal de que no cejaremos en el empeño de demostrar, día a día, que somos merecedores de la confianza que se ha depositado en nosotros, tanto a nivel orgánico como institucional y de que trabajaremos para que seamos “siempre más y nunca menos”.

Sandra González.