• Nuestro objetivo principal es el cierre de Innovar, «pero a renglón seguido vendrán las responsabilidades por el desastre que costará más de 6 millones de euros a los alcalareños».
  • La cesión «es la solución menos lesiva» para lograr cerrar uno de los últimos chiringuitos socialistas.
En la Junta General de Innovar celebrada el pasado jueves, en la que se presentaba el proyecto para la cesión global de activos y pasivos de la sociedad al Ayuntamiento, consideramos esta solución «como la menos lesiva para los intereses de la ciudad», y condicionamos nuestro voto favorable a la contratación de una auditoría externa antes de que sea presentada al Pleno.
Y es que el objetivo principal es el cierre de la empresa pública Innovar, una sociedad que según cálculos aproximados basados en la información parcial de que disponemos sobre ella, son más de seis millones de euros los que esta empresa ha dilapidado de las arcas municipales, y «cada minuto que permanece abierta, el contador sigue en marcha incrementando la factura para los alcalareños».
Pero desde el PP advertimos al gobierno socialista, que tras el cierre, «a renglón seguido vendrán las responsabilidades por la gestión de la sociedad y el desastre económico que ha supuesto a las cuentas públicas de la ciudad».
La mejor solución al desastre de Innovar es: asumir lo que por Ley se haría responsable al Ayuntamiento, parando ya que se agrave el agujero y aflorando las verdaderas responsabilidades mediante una auditoría.

La mejor solución al desastre de Innovar es: asumir lo que por Ley se haría responsable al Ayuntamiento, parando ya que se agrave el agujero y aflorando las verdaderas responsabilidades mediante una auditoría.

En este sentido, hemos forzado al Presidente de Innovar, el también Concejal socialista y Delegado de Urbanismo, Salvador Escudero, a que inicie desde el Ayuntamiento los trámites iniciales para la contratación de una auditoría externa, que exigiremos sea encargada a un organismo completamente independiente.
El modelo aprobado por la Junta General, la cesión global de activos y pasivos, supondrá que el Ayuntamiento «herede» todos los inmuebles que disponía, el personal y las deudas. Unos costes importantes para el Ayuntamiento, pero que de otra forma, por la vía del concurso de acreedores hasta su liquidación, hubiera supuesto una batalla judicial durante años, en la que todas las partes habrían salido mucho más perjudicadas.

Por un lado, el Ayuntamiento habría visto en peligro la recuperación de inmuebles como el complejo Ideal, y todo su equipamiento, así como varios solares y naves industriales. Por otro, los trabajadores de la sociedad habrían pasado a la masa concursal, perdiendo con ello la inmensa mayoría de su liquidación por años trabajados. En el caso de los proveedores, se habrían enfrentado a «quitas» sobre la deuda que Innovar mantenía con ellos, siendo algunos de ellos pequeños empresarios de la localidad, que recorriendo el tortuoso camino del concurso de acreedores, podría suponer su hundimiento.

Pero al final del todo, y después de infinidad de litigios muy costosos, lo peor de todo es que según la legislación vigente, en la mayoría de los casos, el Ayuntamiento es subsidiario y solidario con las deudas de una empresa pública, por lo tanto, trabajadores y acreedores, acabarían por ser indemnizados por las arcas municipales costando más aún de lo que con la cesión global terminará costando.

Además de todo esto, otro de nuestros objetivos era el de «rescatar» los servicios públicos que desde Innovar se estaban desarrollando, unos servicios que una vez estén integrados en el Ayuntamiento, serán reestructurados para optimizarlos y mejorarlos, creando además las plazas públicas necesarias y su acceso a través de concurso abierto, que respete el principio de mérito y capacidad, para que cualquiera que esté interesado pueda optar a estas plazas.